El famoso Parque Kruger
El mundialmente famoso Parque Kruger, el más grande e importante de Sudáfrica, es conocido internacionalmente como el Rey de los Parques Nacionales. Los amantes de la naturaleza apreciarán la alta prioridad dada a su conservación y el delicado manejo del equilibrio ecológico, producto de una experiencia ganada durante más de un siglo.
Consta de una superficie de 2.000.000 de hectáreas y cuenta con 147 diferentes especies de mamíferos, incluyendo los “Cinco Grandes”: elefante, rinoceronte, búfalo, león y leopardo, 507 especies de pájaros, 114 especies de reptiles y 33 especies de anfibios. En total 801 especies de animales y una inmensa variedad de vegetación.
Si ya esta cifra indica lo extenso que es, además debemos sumar a este atractivo, la belleza de ver animales tan cerca, a unos pocos metros. Las mejores zonas de avistamiento cambian con las épocas del año. El parque Kruger se puede visitar todo el año. En invierno (de junio a finales de agosto) la vegetación está seca y el paisaje es más duro pero las posibilidades de ver animales aumentan porque se concentran donde hay agua. En verano (de septiembre a abril) el paisaje es más verde y los animales pueden camuflarse mejor; las grandes manadas caminan con sus crías.
Pero el parque Kruger no es solo sus animales sino también la belleza del hábitat en el que se encuentran. El típico paisaje de sabana africana tiene el poder de embelesar al viajero. Los arboles; los arbustos; los ríos, donde manadas de búfalos se bañan y beben; algunos lagos, etc.
A bordo de un 4×4 se puede disfrutar de las tierras vírgenes del Parque Kruger y de los sobrecogedores paisajes que ofrece. Se debe estar atento a cualquier movimiento para capturar a los animales con su cámara de fotos. Los safaris fotográficos (en la actualidad hacer un safari es sinónimo de hacer fotos de animales) en vehículos 4×4 en búsqueda de los evasivos animales nunca son iguales. El factor sorpresa está siempre presente y nunca se sabe lo que deparará cada salida. Normalmente los safaris que parten desde los lodges tienen una duración de entre dos a tres horas y se realizan dos veces por día: safaris al amanecer y safaris al atardecer; por tratarse de los momentos del día en los cuales los animales son más activos y resulta más fácil encontrarlos. Los guías son conocedores certificados del comportamiento animal, y observando huellas y características del terreno, además de conocer los sitios preferidos por algunas especies y una vista entrenada… harán de cada safari una experiencia única.
Cuando el sol se pone, como un enorme disco de fuego, y una luz anaranjada cae sobre estos campos, la imagen es de las cosas más bonitas que vas a contemplar jamás.
Para alojarse existe un gran repertorio de campamentos que van desde lo más básico hasta casi el lujo. Es importante destacar que resulta imprescindible pernoctar durante la visita a este Parque Nacional debido a las distancias y los horarios de observación de la vida salvaje.
En suma es una de las experiencias que nunca olvidarás.
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