Hoy les voy a contar de mis días en el maravilloso Hotel Iberostar Bahía de Praia do forte. Este destino de Brasil tuve la posibilidad de visitarlo en el mismo viaje en el que conocí el Morro de San Pablo, ya que estos dos destinos se encuentran relativamente cerca uno del otro y se pueden combinar perfectamente. Cuando llegamos en Catamarán desde el Morro al puerto de Salvador de Bahía nos estaba esperando el operador receptivo para transportarnos hacia Praia do Forte.
La duración del viaje del puerto de Salvador a Praia do forte es de aproximadamente 1 hora por una muy buena autopista que conecta ambos puntos.
La impresión de llegar y encontrarme con ese majestuoso hotel y su infraestructura fue fabulosa. Presenta una fachada muy colorida con un lobby enorme y la primera impresión del hotel fue espectacular. Nunca había estado en un hotel de esa categoría con régimen all inclusive, por lo que todo era una novedad para mí.
Así como llegamos nos dirigimos a la recepción e hicimos el check in mientras nos convidaban unos tragos de bienvenida. Luego nos trasladamos a las habitaciones, las cuales distaban a varias cuadras del lobby por la gran inmensidad del hotel. Las habitaciones eran unas junior suite con una vista al mar privilegiada.
Mas tarde, luego de descansar apenas unos minutos me aliste para recorrer un poco las instalaciones del hotel. Comencé visitando una de las piletas donde se encuentra el famoso “bar mojado” donde me pedí una caipirinha para relajarme y disfrutar ese momento. El hotel cuenta con 4 piletas distintas que se diferencian tanto en el formato como en el tamaño de las mismas.
Después de pasar un rato en la pileta me dirigí al restaurante de playa donde pude degustar unas sabrosas hamburguesas con queso con papas fritas y una gaseosa. El restaurante de playa funciona como autoservicio donde uno encuentra una gran variedad de opciones para comer o tomar algo por la tarde si alguien así lo desea.
Unos minutos después de finalizar mi suculenta merienda, se me acerco uno de los integrantes del grupo de animación del hotel para invitarme a participar de las clases de capoeira que iban a dar en la playa, o de las clases de salsa que iban a dar junto a la pileta. Otros integrantes del staff también estaban reclutando gente para jugar un partido de fútbol en una de las canchas del hotel o un partido de voley cerca del mar, actividad la cual luego pude realizar y ganar el partido, hecho por el cual, recibí una medalla del hotel.
Es para destacar ampliamente la cordialidad, el empeño y el buen trato del personal de entretenimiento, el cual siempre esta incentivando a los huéspedes a realizar varias actividades así como también se encargan de organizar juegos y tareas para los mas pequeños, por lo que es un hotel muy apto para familias con chicos.
Luego de las horas de playa y de las diversas actividades que me mantuvieron ocupado toda la tarde me di un baño y nos dirigimos a cenar al restaurante buffet del hotel. Además del restaurante buffet, el hotel cuenta con varios restaurantes especializados a la carta en los cuales se puede comer con reserva previa (sin abonar ningún extra) ya que son mas limitados y exclusivos.
Para finalizar el día, disfrutamos de una obra teatral que se brindaba en el inmenso teatro del hotel y luego fuimos a la discoteca para bailar un poco y seguir disfrutando de algunos tragos.