La noche, hace algunos meses, en que el actual papa Benedicto XVI pernoctó en la Iglesia de El Cobre, entre montañas de oscuridad silvestre y bajo los astros brillantes de la noche cubana, se completaba un ciclo de respeto y adoración esperanzadora iniciado 400 años atrás.
La Virgen de la Caridad de El Cobre es la Patrona de Cuba. Su historia comienza en 1612, cuando tres hombres humildes, trabajadores esclavos en las minas, navegaban en un pequeño bote en la costa norte de la zona oriental de Cuba, y hallaron flotando entre las aguas una figura sobre una tablilla que decía: Yo soy la Virgen de la caridad.
Juan Moreno tenía 10 años en ese entonces, y andaba por la bahía de Nipe, una de las mayores del mundo, junto a los nativos aborígenes, rebautizados como Juan y Rodrigo de Hoyos. Los Tres Juanes, como se les conoce. En el Archivo de Indias, en Sevilla, consta un documento emitido bajo juramento eclesiástico por Moreno cuando contaba 85 años de edad, donde relata el hallazgo.
La primera casa de la Virgen fue cerca de su sitio de encuentro, en el poblado de Cueto, actual provincia de Holguín, pero ocurrió algo curioso: la virgen desapareció algunas noches, para volver a aparecer en su sitio al día siguiente, y se tomó este hecho como una muestra de que la imagen quería cambiar de hogar. Fue así que la trasladaron hacia el sur, a la zona de las minas de cobre cercanas a Santiago de Cuba, y comenzó así una larga historia, vinculada la religiosidad que se fue conformando en torno a la nacionalidad cubana, que pasa por las guerras por la independencia y llega la etapa republicana, después de 1902, hasta hoy.
Un grupo de veteranos de las guerras de independencia escribieron en 1915 al Papa Benedicto XV, solicitándole la proclamación de la Virgen de la Caridad del Cobre como Patrona de Cuba.
Años después, el Papa Pío XI dio la autorización para que se coronara la imagen, hecho que se verificó el 20 de diciembre de 1936 en ceremonia presidida por el obispo de Santiago de Cuba en esos momentos.
En 24 de enero de 1998 el Papa Juan Pablo II coronó y dio su bendición a la Patrona de Cuba en la tercera misa que ofreció en la Isla, realizada en Santiago de Cuba, y recordó en sus palabras la vinculación de esa imagen con las esencias de la historia de la nación cubana y el patriotismo nacional.
Uno de los elementos de la religiosidad cubana es la unión sincrética de los santos católicos con las deidades de origen africano, y en el caso de la Virgen, se le asocia con la orisha Ochún. El día de adoración especial de ambas en el 8 de Septiembre.
Ante el altar de la Virgen de la Caridad, ubicado en el santuario de El Cobre, han concurrido y concurren muchos cubanos a dejar sus ofrendas y peticiones. Y extranjeros, pues el escritor norteamericano Ernest Hemingway depositó allí su medalla de Premio Nobel.
El santuario recibe la visita de numerosas personas, y todas regresan a su casa con una imagen, así como con muestras de piedras de la zona, donde se aprecian pequeños fragmentos de cobre. Si el lector decide conocer como turista la zona oriental cubana, le será de seguro muy grato conocer este lugar lleno de historia y belleza natural.
Durante 2011, la Virgen realizó un recorrido por todo el país, recibiendo el respeto y la veneración de todos los cubanos. Y en este año 2012, recibió la visita en su lugar de adoración habitual, en El Cobre, del actual Papa Benedicto XVI, que le otorgó la mayor condecoración pontificia: la Rosa de oro. Se cerraba de esta manera un ciclo de veneración iniciado hace 400 años.
Autor: Rodolfo de la Fuente
Editor: Héctor Danilo Pompa Dominique